Durante la carrera o el entrenamiento fuerte, puede darse que nuestro organismo tenga un alto porcentaje de radicales libres. Este alto porcentaje de radicales libres conlleva a una oxidación rápida de las células lo cual hace que se degeneren y que su ciclo vital disminuya dando como consecuencia el envejecimiento.
En el caso de los corredores, esta elevación de los radicales libres lleva consigo otros efectos adversos como es el daño muscular que al deteriorarse por estas moléculas da lugar a dolores musculares y procesos inflamatorios. También dificultan la recuperación del glucógeno muscular que es esencial para nuestro músculo. Pueden dar lugar a lesiones importantes, así como una bajada de defensas que les deja expuestos a un mayor riesgo de contraer alguna enfermedad.
Pero no debemos olvidarnos de que estas sustancias en pequeñas cantidades pueden protegernos de bacterias y virus.
¿Qué nutrientes son antioxidantes?
Vitamina C: En frutas y verduras, frescas y crudas, como guayaba, kiwi, mango, piña, caqui, cítricos, melón, fresas, bayas, pimientos, tomate, brasicáceas (verduras de la familia de la col), frutas y hortalizas en general.
Vitamina E (tocoferol) : Germen de trigo, aceite de soja, germen de cereales o cereales de grano entero, aceite de oliva, vegetales de hoja verde y frutos secos.
Betacaroteno o “provitamina A” : Pertenece a la familia de los carotenoides de los vegetales. El organismo es capaz de transformarlo en vitamina A.
Selenio: En carnes, pescados, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras. Está relacionado con la disminución del riesgo de tumores de piel, hígado y mama.
Zinc: las carnes y vísceras, los pescados, los huevos, los cereales completos y las legumbres.
Cobre: Potencia el sistema inmune, participa en la formación de enzimas, proteínas y neuro-transmisores cerebrales (renovación celular y estimulante del sistema nervioso) y es un agente antiinflamatorio y antiinfeccioso.