Cuando pensamos en la mecánica de carrera, es natural que nuestras piernas vengan a la mente primero, obviamente hacen la mayor parte del trabajo mientras corren, y son esencialmente lo que nos impulsa desde el Punto A hasta el Punto B. Pero rara vez llaman la atención los brazos de un corredor.
Por lo general, esto hace que los corredores adopten de manera predeterminada lo que les resulta más cómodo, pero los estudios demuestran que lo que “hacen” los brazos al correr puede marcar una gran diferencia en la eficiencia general.
Básicamente, balancear los brazos ayuda a estabilizar todo el cuerpo mientras corren. Las fuerzas naturales que crean sus piernas al atrapar y empujar desde el suelo hacen que su cuerpo gire a través de las caderas y el núcleo, y balancear los brazos frente a las piernas ayuda a contrarrestar estas fuerzas. La energía utilizada para mover los brazos es menor que la energía requerida para contrarrestar esta rotación si los brazos se mantuvieran quietos.
No solo eso, sino que balancear los brazos mientras corren puede ayudar a establecer un ritmo saludable con las piernas siguiendo el ejemplo. Este ritmo es importante, especialmente para los corredores de distancia.
Entonces, ¿cómo pueden lograr tener un desempeño idóneo de sus brazos?
Líneas de cremallera
Imaginen que están usando una chaqueta con una cremallera en el medio mientras corren. Ocasionalmente, miren sus brazos y monitoreen donde se detienen sus manos en la parte delantera del columpio. Si ven que su pulgar y su dedo se cruzan sobre esa línea de “cremallera”, están yendo demasiado lejos: extiendan las manos más y muevan los brazos hacia atrás para una solución rápida.
Alitas de pollo
A medida que un corredor se fatiga más y más, sus brazos comienzan a levantarse y sentarse más cerca del cuerpo, causando un balanceo más corto (y una zancada más corta). Liberen un poco de esta tensión relajando los hombros, dejando que los brazos se balanceen hacia los costados y sacudiendo las manos. Después de unos 50 a 100 metros, regresen gradualmente los brazos a su posición natural (relajada).
Patatas fritas
Continuando con este tema de tensión, asegúrense de que sus manos no estén demasiado apretadas. Esta tensión, con el tiempo, aumentará a través de los antebrazos y en los hombros y el cuello, reduciendo la eficiencia y la comodidad. Pueden ayudar a prevenir esta tensión imaginando que sus manos sostienen cada una una papa frita que están tratando de no aplastar. Esto mantendrá sus manos y brazos relajados y los ayudará a ahorrar energía con el tiempo.